El 6 de septiembre de 1979 se fusionaron las dos entidades decanas de las Relaciones Públicas en Argentina: la “Asociación Argentina de Relaciones Públicas” (fundada en el año 1958) y el “Círculo Argentino de Profesionales de Relaciones Públicas” (fundado en 1961), creándose así la “Asociación Argentina de Profesionales de Relaciones Públicas”.
En conmemoración de ese importante hito para la profesión en el país, se institucionalizó la fecha como el Día Nacional de las Relaciones Públicas en Argentina.
Ser relacionista público permite ser un profesional influyente, que se destaca por emplear habilidades de comunicación efectivas con el fin de lograr vínculos beneficiosos para organizaciones, empresas, y personas que tienen un rol destacado en la sociedad.
La empatía, el liderazgo, la construcción de círculos de confianza y el trabajo en equipo son características del perfil profesional de las personas que buscan conocerse, capacitarse y dar lo mejor de sí.
En el Día del Relacionista Público, se busca poner en valor el ejercicio profesional de quienes son formados para favorecer el diálogo, el entendimiento entre las partes y la comprensión, siempre basados en el comportamiento ético.
Elegir ser relacionista público significa optar por convertirse en la persona que planifica la comunicación de las organizaciones, diseña estrategias para impactar en distintos púbicos, innova en función de los cambios. También, en asumir una actitud protagonista para resolver situaciones de crisis, articular entre intereses contrapuestos y promover los mejores resultados para las distintas partes involucradas en un conflicto.
Otros alcances de esta profesión son tener una participación activa en la comunicación y administración de entornos digitales, brindar asesoramiento sobre políticas a partir de la obtención legítima de la información, gestionar relaciones institucionales y ser quien coordina eventos y evalúa resultados.
