El dogma de la Inmaculada Concepción, es una creencia del catolicismo, el cual cree que María no fue alcanzada por el pecado original.
Martes 8 de diciembre de 2020.
Hoy 8 de diciembre es el día en que se celebra el Día de la Virgen. Al considerar a la Virgen María como la Inmaculada Concepción, es porque la Iglesia Católica contempla la posición de la Virgen como madre de Cristo, y además sostiene que Dios preservó a María libre de todo pecado y, aún más, libre de todo pecado, el cual se transmite a todos los hombres por ser descendientes de Adán y Eva.
Cabe destacar que esta doctrina sostiene que Jesús fue concebido sin intervención de un hombre y que María permaneció virgen antes, durante y después del embarazo. La madre de Jesús, es también madre de Dios.
La expresión " llena eres de gracia" (Gratia Plena) que está en el saludo del arcángel Gabriel (Lc. 1,28), y recogida en la oración del Ave María, este aspecto de ser libre de pecado por la gracia de Dios.
El Día de la Inmaculada Concepción fue declarado el 8 de diciembre de 1854, por el Papa Pío Nono, quine, después de recibir peticiones de diversas universidades católicas de todo el mundo, se congregó en la iglesia más grande del mundo, la Basílica de San Pedro, en Roma (Italia) y anunció: “Declaramos que la doctrina que dice que María fue concebida sin pecado original, es doctrina revelada por Dios y que a todos obliga a creerla como dogma de fe”.
Justo en ese momento sonaron 300 campanas de las torres de Roma y se echaron a volar miles de palomas mensajeras. Simultáneamente, en todos los templos católicos del mundo se celebraron grandes fiestas en honor de la Inmaculada Concepción.
Se cree que Dios desde su primera instancia, elige a María, la preserva del pecado original, y la prepara para convertirla en la madre de su hijo. Es Él quien puso a la muchacha por encima de todas las demás criaturas, y la hizo más humilde y la más servidora. La inmaculada es como el signo de la fidelidad de Dios, que no se rinde por el pecado del hombre.
Por esta razón la Iglesia contempla con gratitud y con asombro, las maravillas hechas por la Virgen María.