10 noviembre 2024

CAMPAÑA CONTRA PLÁSTICOS "DE UN SOLO USO"


En Argentina se desechan alrededor de 12 millones de botellas por día que, en su inmensa mayoría, tuvieron un único uso. Tardan, nada más y nada menos, entre 150 y 500 años en desaparecer completamente. Y muchas de ellas, como también bolsas y otros envases, terminan en el mar, ampliando su efecto contaminante.



 

Sábado 24 de agosto de 2019.

Por eso en el Congreso nacional se debate una iniciativa para intentar revertir parte de los efectos de la contaminación que generan los envases desechables sobre el medio ambiente y la salud. La luz de alerta la encendieron diferentes organizaciones que enviaron una carta los diputados preocupados ante la situación crítica por falta de una ley de presupuestos mínimos de protección ambiental para la gestión de envases.

Según especialistas, la mayoría de las 12 millones de botellas que se utilizan por día en el país, tienen un promedio de utilización de 20 minutos y tardan entre 150 y 500 años en desaparecer completamente. Esto explica las 79 mil toneladas de plástico que flotan hoy en el océano Pacífico, conformando un área de 1.6 millones de km².

Los envases alcanzan aproximadamente el 30% de los Residuos Sólidos Urbanos (RSU) y el 60% de una bolsa de residuos domiciliarios promedio. Se estima que 200 mil toneladas de PET (siglas de tereftalato de polietileno) se producen por año, traducidas en 5 kilos de consumo por persona, de las cuales solo un 10% se recicla.

Según la iniciativa que presentó la diputada nacional de Córdoba, Brenda Austin (UCR), se busca «prohibir los plásticos de un sólo uso con destino gastronómico de modo progresivo, en un plazo máximo de dos años desde su aprobación», y hacer lo mismo con bolsas plásticas y envoltorios. Además, se «plantea regulaciones respecto a aquellos productos con destino sanitario y a las colillas de cigarrillos».

Del mismo modo, «la propuesta tiene como objetivo fomentar la educación para el desarrollo sostenible y generar herramientas e incentivos para promover la economía circular y la transformación de la matriz productiva en la industria del plástico hacia un modelo sustentable, sostenible y respetuoso del medio ambiente». (DIB)