1 mayo 2024

NEUMONOLOGOS, CONTRA LAS NUEVAS FORMAS DE FUMAR


Advirtieron que los cigarrillos electrónicos como los dispositivos de vapeo no solo no sirven para abandonar el hábito, sino que tampoco son seguros.



Martes 23 de julio de 2019.

Ante el continuo avance de este sistema eléctrico, el cual la gente cree que es menos dañino, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) salió a advertir nuevamente que tanto los cigarrillos electrónicos como los dispositivos de vapeo no solo no sirven para abandonar el hábito, sino que tampoco son seguras: tienen las mismas sustancias que el tabaco convencional.

El neumólogo Juan Antonio Riesco, miembro de la Separ, aseguró a través de un comunicado que estas nuevos mecanismos pueden favorecer la aparición de enfermedades respiratorias crónicas, como el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), o el empeoramiento de las mismas en los pacientes que ya fueron diagnosticados.

El principal factor de riesgo para desarrollar EPOC es el consumo de tabaco ya que existen unas sustancias originadas durante los procesos de combustión y pirólisis que se producen al encender y consumir el cigarrillo. Se trata de los radicales libres y otras sustancias químicas que conducen al desarrollo de fenómenos de ‘estrés oxidativo’ y éstos, a su vez, dan lugar a la liberación de sustancias que favorecen el desarrollo de los mecanismos implicados en el desarrollo de esta grave enfermedad.

De acuerdo a la investigación de Separ sobre la producción de esas mismas sustancias presentes en el tabaco convencional y en las nuevas técnicas, se detectan sustancias oxidantes y componentes químicos como la acroleína y el acenafteno, especialmente tóxicos para el pulmón. “Podemos afirmar que las nuevas formas de fumar no son eficaces para ayudar a los fumadores a dejar de fumar ni tampoco son seguras, ya que pueden favorecer el desarrollo de asma o EPOC o su empeoramiento en pacientes ya diagnosticados”, sentenció Riesco.

Si bien es común verlos exhibidos a la venta en comercios, en Argentina, desde el 2011, el cigarrillo electrónico es ilegal. Ese año la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica prohibió su importación, distribución, comercialización y la publicidad o cualquier modalidad de promoción, por considerar “que no existe evidencia para concluir que sean una ayuda eficaz para dejar de fumar”.