26 abril 2024

CORAZON “EN JAQUE” CON EL ESTRES

 

stress

Viernes 13 de enero de 2017.

Ataques cardíacos: sufrir estrés sería tan riesgoso como fumar o tener alta presión.

Investigadores de la universidad norteamericana de Harvard vincularon el efecto del estrés constante en una zona muy profunda del cerebro con un mayor riesgo de padecer ataques cardíacos, y precisaron que es un factor de riesgo igual de importante que el tabaco o la hipertensión arterial.

Tras realizar un seguimiento clínico de más de 300 personas, los investigadores observaron que aquellas que tenían más actividad en la amígdala -una zona de los lóbulos temporales que procesa las emociones- podían desarrollar enfermedades cardiovasculares con más posibilidades, revela el estudio, publicado ayer por la revista científica ”The Lancet”.

Si bien el estrés emocional siempre estuvo vinculado a un incremento de los males cardiovasculares que afectan el corazón y los vasos sanguíneos, la forma en que éste incide era un aspecto que no estaba del todo claro hasta la actual investigación.

Como concluyeron los científicos de Harvard, el incremento de actividad en la amígdala explicaría el vínculo entre el estrés y los ataques al corazón. Y es que “la amígdala envía señales a la médula ósea para producir más glóbulos blancos y éstos, a su vez, actúan en las arterias provocando su inflamación, causando ataques cardíacos o apoplejías”.

De esta manera, el funcionamiento de la amígdala en una situación de estrés podría anticipar problemas cardiovasculares, según los expertos, que advierten, no obstante, que hay que hacer más estudios sobre este vínculo a fin de confirmarlo.

El hallazgo realizado por los investigadores norteamericanos estuvo basado en dos estudios. El primero de ello se centraba en el análisis del cerebro, la médula ósea, el bazo y las arterias de 293 pacientes, a los que se les siguió de cerca durante casi cuatro años para saber si desarrollaban enfermedades cardiovasculares.

Durante ese periodo, los 22 pacientes que sufrieron enfermedades cardiovasculares fueron precisamente los que tenían más actividad en la amígdala.

El segundo estudio, que evaluó a 13 pacientes, apuntaba a analizar el vínculo entre el estrés y la inflamación en el cuerpo. En este caso, los expertos observaron que las personas que tenían más estrés padecían también más actividad en la amígdala y había más evidencia de inflamación en la sangre y las arterias.

“Nuestros resultados aportan una revelación única de cómo el estrés puede llevar a enfermedades cardiovasculares”, dijo el autor del estudio, el doctor Ahmed Tawakol.