25 abril 2024

LOS PELIGROS DEL "EMBOLE"

Dicen que aburrirse genera consecuencias - Según la psicóloga Sandi Mann, es responsable de la sobrealimentación, los juegos de azar, el ausentismo escolar, el comportamiento antisocial y el uso de drogas. "The Guardian"

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Martes 10 de mayo de 2016.

La psicóloga Sandi Mann aconseja volver a las actividades de ritmo más bajo, como la lectura, los deportes o las reuniones entre amigos.
El aburrimiento se define como un estado emocional desagradable que se produce cuando deseas estar implicado en una actividad satisfactoria, pero no consigues hacerlo.

Aunque cualquier persona puede sentirse aburrida en un momento dado y de manera esporádica, a veces, el aburrimiento se convierte para algunas personas en algo crónico que puede tener consecuencias negativas para su bienestar.

Por ejemplo, el aburrimiento puede empujar a una persona a comer o beber en exceso, o a recurrir a juegos de azar.

Según la psicóloga Sandi Mann una de cada dos personas se aburren en el colegio o en su casa.

“Y si hablamos del trabajo las cifras superan los dos tercios de los consultados”, agrega en un artículo del diario británico "The Guardian" la especialista de la Universidad de Lancashire Central en el Reino Unido.

Dice además que “no estamos ante un problema de pequeña dimensión precisamente”.

Entonces decide contestar a ¿cuál es la explicación para tanto hastío?

“Una de ellas es la sobreestimulación a la que nos vemos sometidos. Cuanto más entretenidos estamos, más entretenimiento necesitamos para saciar nuestra ansia. Cuantas más experiencias de estimulacón rápida, intensa, y novedosa, más nos acostumbramos a ellas y menos tolerantes nos volvemos a los bajos niveles de actividad”.

Y sigue con otros interrogantes: ¿por qué el tiempo pasa tan lento cuando somos niños?, ¿cómo detener esa sobreestimulación?

“Fácil, volviendo a actividades de ritmo más bajo, como la lectura, los deportes, las reuniones entre amigos, asistir a conferencias, etc. El problema es que nuestra ventana de atención es muy reducida (8 segundos) ya que nuestro cerebro está cableado para la búsqueda constante de novedades.

Todo lo nuevo nos produce un golpe de dopamina (un neurotransmisor asociado con la sensación de placer), y a nuestro cerebro le encantan los nuevos estímulos”.

Argumenta que otro de los causantes de nuestro aburrimiento crónico es nuestra creciente dependencia de las pantallas: tablets, móviles táctiles, televisiones, monitores de computadora.

“Nos pasamos el día pegado a ellas, nuestros dedos hacen buena parte del trabajo a la hora de obtener divertimento.

Según la autora pasamos de media entre 6 y 7 horas en frente de una pantalla cada día, y como era de prever, la rutina de su uso intensivo comienza a aburrirnos. La solución pasaría de nuevo por estimular nuestras redes neuronales de forma diferente (deporte, costura, pintura, cocina, etc)”.

Dice además que “a lo mejor te da por pensar que aburrirse no es tan malo. Bien, pues te equivocas, el aburrimiento crónico es responsable de un buen número de resultados negativos tales como la sobrealimentación, el juego, el ausentismo escolar, el comportamiento antisocial, el uso de drogas, los accidentes, la toma de riesgos innecesarios, etc”.

Según Sandi Mann, aburrirnos más a corto plazo es lo único que hará que dejemos de aburrirnos a largo plazo.

Y aconseja: “Piénselo”.

A prestar atención y tener en cuenta

Adolescentes. El aburrimiento es más peligroso en la adolescencia, pues puede empujar a los adolescentes a implicarse en actividades de riesgo.

Depresión. Las personas deprimidas tienen más probabilidades de sentirse aburridas y, en ocasiones, el aburrimiento es un signo de depresión.

Atención. Las personas que se aburren tienen problemas para prestar atención a información tanto interna (pensamientos, emociones), como externa (lo que sucede a su alrededor).