25 abril 2024

LA TECNOLOGÍA Y LA GRAMÁTICA

Sábado 12 de Diciembre de 2015.

Para los más jóvenes, enviar un mensaje con un punto al final es signo de agresividad. Para los adultos, los mensajes con emojis suelen ser indescifrables.
emo
Las nuevas generaciones crecieron con diferentes canales de comunicación y han establecido sus propios códigos de uso.
Para quienes ya atravesaron la barrera de los 30, respetar los signos de puntuación en una frase quizás puede ser algo imperativo. Sin embargo, lo que está bien gramaticalmente, para lo más jóvenes puede ser un signo de mala educación.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Binghamton, en Estados Unidos, trabajó con un grupo de 126 estudiantes de secundaria -para quienes los mensajes de texto son la manera más "orgánica" de comunicarse-, para ahondar sobre esto.
Llamativamente encontró que consideraban agresivos, pocos sinceros o faltos de atención los mensajes de texto que terminaban con un punto final, ya que implicaban el cierre unilateral de una conversación.
Para ellos era más adecuado utilizar un signo de exclamación o, mejor aún, no utilizar ningún tipo de puntuación, sin importar si la gramática lo obliga o no.
Celia Klin, profesora asociada de psicología, resaltó que la puntuación influencia la forma en que interpretamos un mensaje y habla de la complejidad de las nuevas formas de interacción.
"Cuando conversamos cara a cara, el mensaje que transmitimos es aceptado con facilidad, pues se apoya en la mirada, los gestos y el tono de voz. Mientras que la comunicación virtual, la gente tiene que inventarse nuevos recursos para hacer más fluida la comunicación", resaltó, y mencionó el uso de emoticones.
A los emojis se suman sonidos que son escritos según su fonética y que en el lenguaje formal no existen, palabras que a propósito se escriben mal y adaptar la gramática para una comunicación visual sin hablar cara a cara.