26 abril 2024

35 AÑOS DESPUES DEL MITO DE JOHN

 

lennon (1)

Martes 8 de diciembre de 2015.

El 8 de diciembre de 1980, cinco disparos de revólver hicieron estruendo en la noche de Nueva York y repercutieron por todo el mundo. Su eco todavía se escucha 35 años después.
John Lennon, ex Beatle, ícono del rock, activista político, esposo y padre moría impactado por cuatro de los proyectiles. Su asesino, Mark David Chapman, era un fanático desequilibrado que había viajado desde Hawaii y esperado todo el día frente a la residencia del músico para cometer el acto que lo vincularía para siempre con su ídolo.
Estos hechos son bien conocidos, tanto por aquellas generaciones que recuerdan esa lamentable noche como por los que se han informado a través de la divulgación mediática. Nada de lo que se ha dicho y analizado a lo largo de los años, sin embargo, ha podido darle razón a la tragedia ni cerrar del todo la herida colectiva que causó.
Detalles íntimos
Recuerdo que hace unos cinco años, justo en el 30mo. aniversario de su muerte, se mostraron una serie de documentales con detalles íntimos de quienes conocieron de cerca al ex Beatle y estuvieron en Nueva York el fatídico día.
Ese día fue una jornada bastante ocupada para John. Tenía una sesión de fotografía para la revista Rolling Stone, dos entrevistas –una para la prensa británica y otra para una radio en California-, más la grabación en estudio del disco que preparaba con su esposa, Yoko Ono.
Afuera de la residencia esperaban, de un lado de la entrada del edificio Dakota, Paul Goresh, un fotógrafo aficionado que se había ganado la confianza de Lennon y, del otro, una enigmática figura que resultó ser Mark David Chapman.
Goresh describe en el documental la conversación que tuvo con Chapman y la mala espina que le dio. El fotógrafo tomó las últimas imágenes de John -una en la que está firmando un autógrafo para su propio asesino.
PRESAGIO
Todos los participantes del documental comentan en retrospectiva del presagio de lo que se hizo o se dijo ese día.
El asesino esperó todo el día frente al edificio de Lennon en Nueva York.
Con dificultad, Yoko Ono habla de lo irónico de la canción que estaban grabando, con su particular tema sobre cómo serían recordados después de muertos; el periodista de la radio menciona que Lennon se sentía optimista ante el umbral de una nueva vida.
También hay testimonios detallados de los policías que llegaron a la escena del crimen, del médico Stephan Lynn que atendió al músico herido de muerte, así como del joven periodista de la cadena ABC que casualmente se encontraba en urgencias con una lesión en la pierna y se topó con la primicia.
"Yo tuve el corazón de John Lennon en mi mano", relató el doctor Lynn explicando cómo aplicó masajes cardíacos para intentar revivir a la víctima. "Era el corazón de una persona común y corriente, era un buen corazón".
Pero no había nada que hacer. El médico tuvo que comunicarle a Yoko que era una viuda y luego, en rueda de prensa, al resto del mundo que había perdido a una de sus figuras.
Yoko Ono añade que, aunque consideraron ir a cenar en lugar de regresar de inmediato a casa después de salir del estudio de grabación esa noche, nada hubiera evitado el trágico destino.