28 marzo 2024

VOLVER A LOS 18…

Jueves 17 de Septiembre de 2015.

Crisis de la mediana edad: qué es la “U curve” y cómo estar preparado para afrontarla. Se da entre los 35 y los 45 años y, en muchos casos, genera replanteos con respecto al camino académico y profesional realizado.
1La carrera elegida en la adolescencia, el camino profesional recorrido, los logros obtenidos y los objetivos a futuro. Para muchas personas, entre los 35 y los 45 años, todos esos puntos son puestos en duda. Según Natalia Tabak, licenciada en Psicología y Coach Ontológica, este fenómeno forma parte de lo que los expertos llaman la “U Curve”. Su período más bajo, donde la infelicidad toca fondo, es el conocido como la crisis de la mediana edad.
Para la especialista, “se trata de una curva en la que la persona pasa de una sensación de felicidad típica de la edad joven, cuando todo está por descubrirse, y uno se cree invencible y capaz de alcanzar todos sus objetivos, a una etapa de dudas, insatisfacción, frustración y replanteos”. Volver al equilibrio después de ese desbalance emocional requiere de ciertos niveles de autoconocimiento y aceptación personal que a la vez son necesarios para la realización profesional.
En esta etapa, los balances de fin de año son más realistas y se producen expectativas renovadas, que requieren una madurez que permite entender qué cosas se pueden cambiar y cuáles objetivos no podrán ser. “Es un periodo en el que las personas se suelen replantear su lugar en el mundo; es en ese momento cuando algunos se atreven a dar un espacio a sus deseos e inquietudes laborales o personales postergados", afirma Tabak.
Por otra parte, también sucede en algunos casos que el replanteo de ciertos aspectos de la vida se ve inspirado por el descubrimiento de los verdaderos anhelos personales. "En la mediana edad, algunas personas  tienen más en claro qué camino seguir pero cuentan en su haber con una carga de responsabilidades, obligaciones y escaso tiempo que a los 18 años no estaban presentes”, comenta la psicóloga. Las trabas más grandes, entonces, tienen que ver con el temor y la incertidumbre que genera el “empezar de nuevo”, sobre todo cuando ello implica abandonar un trabajo que representa ingresos asegurados, y más aún si se convive con deudas o niños y las decisiones no se toman individualmente.
La edad y el éxito logrado a nivel profesional son otros de los factores que pueden tirar atrás a un adulto de mediana edad que estaba considerando rehacer su vida. Por ello, Tabak aconseja que el cambio no debe ser brusco: “Se puede comenzar como una actividad extracurricular o un pasatiempo, conservando el trabajo anterior, hasta convertirse o no en una nueva ocupación que genere ingresos”.
“El gran desafío es dedicarle tiempo al autoconocimiento y armar nuestra propia caja de herramientas compuesta por fortalezas, aptitudes, hobbies y deseos, que nos van va a permitir conectarnos con lo que realmente nos apasiona”, recomienda la especialista en re orientación vocacional. Y agrega: “En todos los casos hay que aprender a escucharse interiormente y descubrir cuáles pueden ser los proyectos y actividades que nos permitan resignificar nuestra vida personal o laboral presente”.