26 abril 2024

UN PROBLEMA MAS CON EL BANCO PROVINCIA

 

 

Domingo 8 de abril de 2018.

La fuerte puja que los trabajadores del Banco de la Provincia de Buenos Aires mantienen con el Gobierno bonaerense, dada por la intención de modificar la edad jubilatoria, prolongada por el reclamo de un 15% de aumento para los trabajadores del sector y, que amenaza con extenderse contra cualquier intento de privatización de la entidad, ha generado en los últimos días innumerables problemas a los clientes y quienes deben operar con la casa crediticia provincial.

Los sucesivos días de paro abarrotaron sucursales y generaron colas de más de 150 metros, como sucedió en nuestra ciudad el jueves (único día de la semana anterior en la que el banco atendió al público).

Al atraso en los trámites generales se ha sumado la falta de reposición de dinero en los cajeros; pero como si ello fuera poco, a lo largo de los últimos días, centenares de vecinos que poseen sus cuentas sueldo en el Banco Provincia han sufrido otro inconveniente más.

De acuerdo a lo que nuestro medio puso constatar a través de distintos testimonios, los poseedores de cuentas sueldos de Banco Provincia, al intentar retirar dinero y realizar la operatoria normal de ingreso de clave y solicitud de extracción de dinero, se vieron sorprendidos cuando al momento de ingresar la clave alfabética, aparece en la pantalla del cajero la inquietante frase "su tarjeta se encuentra inhabilitada, consulte a la entidad emisora".

Difícil la tarea de realizar consultas en medio de un fin de semana, días de paro y números telefónicos de atención al cliente que nunca contestan.

Asimismo, no es un dato menor que las tarjetas funcionan normalmente al realizar una compra y debitar la misma, con lo que queda claro que, además de los inconvenientes generados por la falta de atención en las sucursales, se está registrando una masiva falla del sistema.

Ello, en el medio de la puja descripta, alimenta la hipótesis de que podría tratarse de otra forma de "presión" ante el Gobierno provincial, sin advertir, claro, que como siempre sucede en estos casos, el ciudadano común es quien queda de rehén en una situación en la que ningún rol juega.