Un estudio asegura que nuestro cuerpo nunca nos gustará del todo.
Domingo 8 de diciembre de 2019.
Las redes sociales y la constante comparación con los demás, generan falta de autoestima. Cómo afecta en el día a día y por qué no nos aceptamos como somos.
Según un estudio realizado por la empresa de investigación de mercado OnePoll, más de la mitad de los encuestados no está contenta con su imagen corporal. Según las respuestas, gran parte de esas personas, admite que jamás ha alcanzado un punto de confianza y satisfacción física de manera estable. Si bien la encuesta fue realizada en el Reino Unido, muestra una realidad que ha sido siempre objeto de estudios o de tratamiento en todas partes del mundo.
La investigación, publicada por el sitio “Código Nuevo”, asegura que los hombres tienen más seguridad en cuanto a su imagen corporal que las mujeres, aunque no es porcentaje muy alto: el 42% frente a las mujeres, con un 30%. La proporción de personas que dicen que se sienten cómodas con su apariencia física aumenta a medida que las personas envejecen, pero nunca supera el 43%.
En ese medio, el director y CEO de la Fashion Retail Academy, Lee Lucas, explicó: "vivir en la era digital ha hecho que sea mucho más fácil compararos con los demás y, por tanto, que gran parte de las personas se sientan cohibidas con su imagen personal. Además, los consumidores están siendo constantemente bombardeados con imágenes poco realistas de los cuerpos humanos".
Sin embargo, con una óptica más positiva, el piscólogo Guillermo Fouce, presidente de la Fundación Psicología sin Fronteras, sostuvo a la revista femenina “Elle” que “siempre tenderemos a estar insatisfechos porque es una regla motivacional básica: motivarse es moverse y para ello hay que tener cierto desequilibrio y un grado de inquietud”.
Sin embargo, el desánimo que produce no vernos como queremos suele generarse a través de las redes sociales. Según publicó la BBC, la actividad de las personas en Facebook, Youtube, Instagram, Twitter y Snapchat, generan depresión, ansiedad, problemas de sueño e inseguridad. Sólo YouTube tiene un efecto positivo en la salud mental de los jóvenes, mientras que el resto afecta de forma negativa, siendo Instagram la que peores resultados obtuvo, seguida de cerca por Snapchat, Facebook y Twitter.
