Martes 15 de mayo de 2018.
Luego de cuatro semanas de lluvia, el fin de semana pasado, los productores reanudaron la trilla de soja. Los lotes que permitieron entrar mostraron una caída importante en la calidad de la oleaginosa que aun tiene mucha superficie sin cosechar.
A las severas pérdidas de rendimiento que ocasionó la sequía se suman las cuatro semanas de precipitaciones, alta humedad y temperatura que generarán más pérdidas por podredumbre, apertura de vainas, germinación en planta y desprendimientos de vainas cuando las toca la plataforma de la cosechadora.
Sobre el destino que se le está dando al grano, están buscando comercializarlo y que los acopios lo intentan mezclar con soja seca, pero es algo complicado.
El problema actual es aún más grave que el ocurrido en la campaña 2015/16 cuando un exceso de lluvias en abril también complicó la cosecha y provocó que se perdieran miles de toneladas y otras tantas sufrieran daños de calidad.
