18 abril 2024

¿QUIÉN DIJO QUE TODO ESTÁ PERDIDO...?


Encontró un millón de pesos, lo devolvió y donó la recompensa a un merendero.



Jueves 14 de mayo de 2020.

María es una mujer de Roldán, localidad ubicada a 25 km al oeste de la ciudad de Rosario, y el martes pasado encontró en una parada de colectivos un bolso con un millón de pesos, dividido en sobres blancos.

Al llegar a su casa, donde vive con su marido y sus hijos, intentó sin éxito abrir el bolso con un destornillador.
Más tarde, su esposo logró hacerlo gracias al uso de una amoladora, y descubrieron que dentro del mismo había sobres blancos que contenían dinero y un papel con un número telefónico.

«María se comunicó y logró dar con los dueños del dinero, quienes aludieron que la plata era para pagar sueldos en una empresa de Maciel», relató Johnatan Mansilla, encargado del merendero, en declaraciones a Télam.
«Nos pusimos a pensar que los empleados la necesitaban, y nadie iba a creer que justo ese dinero se perdió en un bolso», le dijo María a Johnatan, mientras le relataba la historia vía WhatsApp.

A su vez, cuando se produjo el encuentro entre María y los empresarios, ella les pidió disculpas porque tomó 500 pesos para comprar comida para su familia, ya que no contaba con recursos debido a la pandemia.

El dueño del dinero le preguntó si necesitaba algo más, y María explicó su situación de precariedad, por lo que el hombre envió un camión con mercadería suficiente para dos meses de alimentos.

Durante el encuentro, María mencionó que ella y su familia eran ayudados por el merendero que atiende Johnatan, y solicitó una donación para el comedor. El hombre le ofreció cinco mil pesos.

María es una empleada doméstica, pero producto de la pandemia y el aislamiento social y obligatorio, perdió su trabajo, única fuente de ingresos con la que contaba.

Dada esta situación, María se contactó con Johnatan Mansilla, encargado del merendero y miembro de la agrupación de vecinos Amor Solidario Roldán, para obtener una ración de alimento para ella y su familia.

Mansilla explicó que con la pandemia «mucha gente se quedó sin trabajo, así que empecé a hacer barbijos, busqué gente que los cociera, y yo los cambiaba por mercadería en negocios, para ayudar a gente necesitada».

Actualmente, en el merendero comen 150 chicos por la tarde, y se brindan 200 raciones de comida a la noche.

Con el dinero recibido, Johnatan pudo comprar un mechero y un disco, que permitirán incrementar las porciones diarias.
Suerte y honestidad.

Por último, Johnatan contó que años atrás María tuvo un hecho similar, cuando se encontró 150 mil pesos en la calle. En aquella oportunidad también buscó a sus dueños y devolvió el dinero, recibiendo a modo de recompensa una heladera, que tampoco tenía antes de recibir esa recompensa.