Las aulas cerradas potenciaron la disparidad en el nivel educativo de los ingresantes universitarios. Qué planean desde la UNLP.
Miércoles 7 de octubre de 2020.
A la preocupación que año a año se centra en la disparidad del nivel académico de los estudiantes que llegan de la escuela secundaria a la educación superior, se suma ahora un ciclo lectivo a puertas cerradas que profundiza esta brecha y hace que la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) deba enfrentarse a un desafío mayor al momento de organizar la adaptación de los ingresantes.
A pesar de que esta sea una de sus mayores urgencias, sin embargo, todavía no hay definiciones certeras sobre qué acciones llevar a cabo. Es que si bien se tiene en claro que la articulación entre la vida escolar y la universitaria será prioridad, faltan precisiones respecto de cómo seguirá el calendario en los colegios en el el marco de la pandemia. En este sentido, este martes se espera un anuncio sobre el regreso de las clases presenciales luego de las declaraciones de Sergio Massa y Nicolás Trotta, quienes dejaron una ventana abierta para rediscutir la reapertura de las aulas.
“Para nosotros es un enorme desafío todo lo concerniente a la actividad académica para el año que viene por distintos aspectos”, manifestó esta mañana el vicepresidente académico de la UNLP, Martín López Armengol. Entre ellos, enumeró las fechas de inscripción, cuyo plazo se extendió en el marco pandémico, la organización del calendario, y también el traspaso educativo.
“Estamos a la espera de definiciones concretas de cuándo finalizarían los ciclos medios para tener mayores precisiones a la hora de programar el calendario académico del año que viene”, explicó el directivo en “Me levanté cruzado”, con Martín Strilinsky, por La Cielo 103.5, y destacó que la casa de estudios de la capital bonaerense recibe todos los años a ingresantes que llegan desde distintos puntos del país y la provincia de Buenos Aires.
“Al menos yo visualizo un escenario muy dispar. Esta heterogeneidad demográfica hoy la estamos esperando profundizada en una disparidad académica en virtud de que hay cifras que son muy contundentes en la cantidad de alumnos que han perdido su contacto con la escuela”, sostuvo. Y sentenció: “Vamos a tener que reforzar muchísimo desde la universidad todos los aspectos vinculados a la articulación”.
Es que si bien las clases se han mantenido en muchos casos a flote a través de iniciativas digitales, el acceso dispar a la conectividad en conjunto con otras problemáticas vinculadas a la desigualdad socioeconómica hizo que hubiera alumnos que lograran adquirir buena parte de los conocimientos que se esperan para el último año de escuela y otros que, lógicamente, no han tenido esa posibilidad.
