A través de petitorios, distintas organizaciones civiles y particulares lograron juntar 140 mil firmas para exigir la regulación del uso de pirotecnia en todo el territorio argentino. Lo que se solicita es una ley nacional que prohíba la pirotecnia ruidosa y regule la no ruidosa. Regular significa limitar horarios y lugares, además de garantizar que quien vende está autorizado y registrado.
Viernes 22 de diciembre de 2016.
Gustavo Consoli es el vicepresidente de la Cámara Argentina de Empresas de Fuegos Artificiales (CAEFA) señaló que que “llegada la época de fin de año este problema no es nuevo. Siempre hay gente que está a favor y otra en contra. Esto hace que los Concejos Deliberantes reciban algunos proyectos. En algunos lugares hay proyectos de regulación, que es lo que venimos proponiendo desde hace años y trabajando inclusive. Es una cuestión mundial intentar migrar todo lo que es la pirotecnia de ruido hacia la pirotecnia de color y así, cada vez, intentar que el color tenga el menor sonido posible. Esta es una campaña que CAEFA está promoviendo y las empresas están migrando, desde hace unos cinco años, hacia lo lumínico, pero sabemos que esto no se hace de un día para otro”.
“Las consultas sobre este problema a la Cámara son muy pocas. Los municipios muchas veces avanzan por simpatía con la gente. Los vecinos que son proteccionistas son activistas, se movilizan, generan conflictos, enfrentan y quienes nos dedicamos a los fuegos artificiales, somos personas que sabemos que si esto se usa en todo el mundo, es porque la gran mayoría lo incorpora a sus festejos. Los proteccionistas comenzaron con el tema de los animales y, según estudios que hemos hecho, no todos los animales son afectados por fuegos artificiales, reaccionan igual que las personas. Los proteccionistas han empezado a involucrar, en forma personal, a otros actores que no existen como personas que protestan, como los ancianos. No he visto ningún grupo de ancianos por el país diciendo que se sobresaltan por los fuegos artificiales. Cuando vamos a las personas que padecen algún síndrome, como se está hablando mucho de los autistas, no todos los que lo padecen tienen problema con los fuegos ratifícales. Esto es como la vida cotidiana: hay gente que está a favor y otros en contra. Hay 20 proteccionistas por ciudad que van a los Concejos e increpan a los concejales y políticos para que generen un proyecto y los contengan, está bien, tienen derecho y no está mal lo que hacen. Lo que vemos mal es que quieran involucrar al resto de la comunidad como si fuera una bandera”, explicó.
Fuente: La Verdad de Junín.
