Los internos de la Unidad 13 de la vecina ciudad de Junín continúan llevando adelante sus labores solidarias a través de las cuales donados más de 3000 rosarios que fueron distribuidos en Chivilcoy, Luján, Mar del Plata, Chacabuco, La Plata, Mercedes, Mendoza y Salta.
Domingo 30 de junio de 2019.
Semanas atrás aprovechando la visita del Capellán General del Servicio Penitenciario Bonaerense, Carlos Pont Gasques, entregaron 250 rosarios que serán repartidos por la iglesia en barrios carenciados de toda la provincia.
Las 81 personas privadas de su libertad del pabellón 11 que integran el grupo de voluntariado católico mostraron su trabajo a la comitiva integrada por Pont Gasques, y los párrocos de la Alcaidía Penitenciaria Junín y la Unidad 13.
Durante su visita, los representantes eclesiásticos bendijeron los certificados y las cartas de agradecimiento que la “Fundación no me olvides” entregó a los internos en reconocimiento a sus labores solidarias.
La elaboración de los rosarios se elabora a partir de material reciclado en el marco de un convenio que el Servicio Penitenciario Bonaerense tiene con el gremio SMATA, el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible —OPDS—, ATIADIM y la fundación encabezada por el candidato al premio Nobel de la paz, Julio Aro. En esta ocasión los voluntarios otorgaron 50 rosarios a SMATA para ser distribuidos en jardines de infantes, y 200 al Capellán General del SPB quien los hará llegar a distintos barrios. Las tanzas para la elaboración de los rosarios fueron donadas por ATIADIM mientras que el papel de los sobres para su guardado fue provisto por Fernando Ratto y el personal del diario La Verdad, de esa ciudad.
Pont Gasques destacó “la labor pastoral que se lleva adelante en la Unidad 13 y el trabajo de los voluntarios católicos que asisten a personas necesitadas de la sociedad a través de sus labores solidarios”. En el mismo sentido se expresó el Arzobispo General de la Arquidiósesis de Mercedes- Luján, Agustín Radrizzani quien en su momento recibió de parte de los internos dos mil rosarios que fueron repartidos en distintos establecimientos escolares.
Por otro lado, Claudio, uno de los internos que trabajó en la elaboración de los rosarios contó que “entré al grupo del voluntariado con el afán de ayudar y aprender. Me prometí a mí mismo aportar mi granito de arena todos los días para quien lo necesite. Cuando salgamos en libertad nos ubicaremos en las iglesias cercanas a nuestros domicilios desde donde seguiremos cumpliendo nuestra promesa”.
Fuente: La Verdad de Junín.
