El obispo diocesano de Nueve de Julio, Ariel Torrado Mosconi, confirió la ordenación diaconal al Ignacio Ismael Balle, oriundo de Nueve de Julio, en una celebración eucarística llevada a cabo en el santuario diocesano de Nuestra Señora de Fátima.
Domingo 29 de noviembre de 2020.
Inicialmente iba a llevarse a cabo en la parroquia Inmaculada Concepción de la ciudad de Lincoln, habiendo sido preparada esmeradamente por la comunidad parroquial y su párroco monseñor Carlos Arive, pero lo impidió la normativa sanitaria de ese lugar. De la celebración, siguiendo las medidas sanitarias vigentes, participaron algunos sacerdotes y seminaristas junto a familiares y fieles.
Luego de la proclamación del Evangelio por parte del padre Ariel Palanga, comenzó el rito de ordenación con la presentación del ordenando por el padre Francisco Perez Cadierno, y tuvo lugar la homilía del prelado diocesano. Concelebraron también el los padres Tomás Wargocki y Joselo Rossi quien oficio de maestro de ceremonias.
Monseñor Torrado Mosconi, refiriéndose a las actuales circunstancias, afirmó: “Vivi-dos, mirados y asumidos desde la fe, todos estos acontecimientos pueden ser -para decirlo con el lenguaje de la Biblia- un “kairós”: una ocasión propicia, un tiempo favorable, una nueva oportunidad para renovarnos verdaderamente y para volver a empezar, una de las “visitas sorpresas” de Dios a nuestras vidas. No se trata de cubrir con un manto de pseudo espiritualismo una realidad tan terrible, sino de asumirla profundamente desde la fe para superarla y trascenderla”
Dirigiéndose al ordenando, le dijo: “al recibir la ordenación que te configura con Cristo servidor. Ahondando en lo esencial de tu ministerio se consolidará, madurará y pro-fundizará la vocación, para que un día sea fecunda, floreciendo y fructificando en obras y en la vida de las personas”.
Y concluyó diciendo: “Esta ordenación diaconal en tiempos de pandemia, en un templo reducido en asistencia, es, sin embargo, todo un signo y promesa de esperanza para nuestra Iglesia particular. Signo de Dios que sigue derramando su gracia y dones, signo de la Iglesia que a pesar de las contrariedades sigue con su misión hasta los confines y las periferias, a la vez que promesa de un futuro esperanzador para “caminar en comunión para anunciar a todos la alegría del Evangelio” según nuestro lema diocesano. Por todo ello, el Señor nos vuelve a decir hoy aquí a todos y, especialmente a ti Ignacio: ¡Ánimo, levántate!”
Luego del rito de ordenación, con su punto culminante de imposición de manos y oración de ordenación, el flamante diácono fue revestido con los ornamentos propios de su orden, estola cruzada y dalmática, por los padres Perez Cadierno y Ariel Palanga. Prosiguió la celebración eucarística como de costumbre. Luego de la comunión, el neo diácono tuvo unas palabras de sentido y emocionado agradecimiento a Dios, luego a los obispos, sacerdotes, compañeros de seminario, familiares y amigos, particularmente a su papá y mamá ya fallecidos. Al encomendarse a la oración y la ayuda de todos, destacó la relevancia de la figura de María en su camino vocacional, por lo cual terminó ofrendándole un ramo de rosas y rezando un avemaría. Luego de la bendición final, el obispo Ariel expresó su agradecimiento a todos cuantos hicieron posible la celebra-ción en estas condiciones difíciles y convocando a la manifestación en favor de la vida ha llevarse a cabo en la ciudad en horas de la tarde.