Tras casi tres meses sin clases presenciales, docentes y autoridades gubernamentales llegaron a un acuerdo para regular la labor educativa. El contexto de crisis sanitaria puso de manifiesto el rol trascendental de los docentes que deben adecuarse al igual que sus alumnos, a las nuevas modalidades tecnológicas y académicas para que el nivel educativo no se vea afectado en demasía.
Domingo 7 de junio de 2020.
En este marco de pandemia y el consecuente aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO), los docentes que continúan sosteniendo la Escuela Pública vienen reclamando una serie de puntos que creen fundamentales en tiempos de COVID-19.
Particularmente, exigieron nuevas regulaciones del trabajo docente ante la “sobrecarga laboral”, y cobertura de todos los cargos docentes necesarios, reclamos que fueron atendidos el jueves pasado con motivo de celebrarse la paritaria nacional docente, por videoconferencia.
En el encuentro remoto se estableció un acuerdo mediante el cual se regula la carga horaria laboral en contexto de teletrabajo, de modo que quienes brindan clases puedan preservar la intimidad familiar y el descanso. Esto es, respetando el tiempo laboral equivalente que determina el cargo y/u hora cátedra por el que han sido designadas las docentes.
Según explicó el ministro de Trabajo de la Nación, Claudio Moroni, “el nivel de precisión de este convenio refleja características excepcionales, ya que tiene una capacidad de regular cuestiones complejas”.
Asimismo, aseguró que se pondrán a disposición de los y las docentes “recursos tecnológicos a los efectos de facilitar el desarrollo de sus tareas en la virtualidad”.
En ese sentido, el gobierno se comprometió a “implementar un programa progresivo” para el acceso a estos dispositivos.
