16 abril 2024

EL PAPA NO AUTORIZÓ QUE HAYA CURAS CASADOS


La propuesta para que haya sacerdotes en pareja ante el acceso limitado en el Amazonas no fue abordada por el líder católico en el Sínodo publicado este miércoles. También descartó la posibilidad de ordenar diaconisas.

Miércoles, 12 de febrero de 2020.

El papa Francisco cerró la posibilidad de ordenar sacerdotes a hombres casados al ni si quiera mencionarlo en su exhortación sobre el Sínodo de la Amazonia, publicada este miércoles, frenando la expectativa formada en torno a la posibilidad y generado un fuerte debate entre los sectores conservadores.

Los obispos de las regiones amazónicas que participaron en el Sínodo del año pasado habían aprobado la propuesta de poder ordenar sacerdotes a hombres casados y reconocidos por su comunidad para poder celebrar la eucaristía en los puntos más remotos de la región. Sin embargo, el papa Francisco reconoce que es necesario que la eucaristía llegue a estos lugares pero se limita a pedir que se rece para que crezcan las vocaciones y que se envíen más misioneros en estas zonas.

Asimismo, en este documento titulado “Querida Amazonia” , aunque Francisco exhorta a que las mujeres tengan mayores funciones en la Iglesia de la región, también cierra la posibilidad a la creación de diaconisas.

En este documento de 52 páginas, dividido en 111 puntos, el papa recoge sus reflexiones tras el Sínodo de los obispos que se celebró en octubre de 2019 y en el que se abordaron los problemas que atraviesa la región amazónica y sus pueblos originarios. El papa Francisco ya había adelantado este martes a un grupo de obispos estadounidenses que quienes esperaran un giro histórico sobre el tema del celibato quedarían “decepcionados”.

Y es que en el documento final aprobado por una mayoría de dos tercios, la asamblea de los obispos proponía, para que se pueda celebrar la Eucaristía en las zonas más remotas de la Amazonia, “ordenar sacerdotes a hombres idóneos y reconocidos de la comunidad que tengan un diaconado fecundo y reciban una formación adecuada para el presbiterado, pudiendo tener familia legítimamente constituida y estable”.