Fue bautizada como el de la "reapertura progresiva" y se espera que permita superar las excepciones con hábitos de higiene y cuidado sostenido y movilice a más del 75% de la población.
Miércoles 20 de mayo de 2020.
Los últimos contagios en la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires despertaron las alarmas del Gobierno nacional frente a la inminente llegada de la fase V e la cuarentena por coronavirus. Es que, el próximo domingo, vence el plazo establecido por el Gobierno nacional para la cuarta etapa del aislamiento social, preventivo y obligatorio.
En esa línea, según publicó Clarín, el último domingo diferentes funcionarios visitaron la residencia presidencial de Olivos: además del jefe de Gabinete Santiago Cafiero y el ministro de Salud, Ginés González García, circularon los funcionarios de mayor confianza de Alberto Fernández como Gustavo Béliz y Vilma Ibarra.
Del equipo económico participaron el titular de Economía, Martín Guzmán; la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca; la titular de AFIP, Mercedes Marcó del Pont; y el titular del Banco Central, Miguel Ángel Pesce. De esa reunión salió la batería de anuncios que se conocieron este lunes: aumento de las jubilaciones de un 6,12%, prórroga de la suspensión de los despidos sin justa causa por 60 días más, y el congelamiento de las tarifas de telefonía fija y móvil, internet y TV paga.
Desde este martes comenzó a definirse la quinta etapa de la cuarentena, en la que distritos como Jujuy y Mendoza comenzarán a adquirir cierta normalidad mientras que los principales centros urbanos deberán definir si mantienen sus últimas flexibilizaciones o si dan un paso para atrás.
La capital de Córdoba, por ejemplo, volvió para atrás en su fase de cuarentena este lunes, tras conocerse una veintena de casos registrados en el Mercado Norte. En la Ciudad de Buenos Aires, el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta y su vice participarán de una reunión con las autoridades sanitarias para evaluar el comportamiento de la cuarentena porteña, que permitió la semana pasada el reinicio de actividades en gran parte de los comercios y que el último fin de semana permitió las salidas recreativas con niños, de acuerdo al número de DNI de sus padres.
Esto sucede mientras se registra una polémica con la provincia de Buenos Aires, donde primero varios intendentes peronistas del conurbano denunciaron que la apertura porteña generó el traslado de sus vecinos a la CABA con el riesgo de contagio por el uso del transporte público.
La polémica aumentó cuando el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán, tuiteó una imagen de la Ciudad de Buenos Aires marcada en rojo y señalada como el principal foco de contagio. Más allá de que luego intentó bajar el tono, las críticas a la situación surgieron del propio Axel Kicillof, quien dijo que "no podemos permitir que decisiones de la Ciudad pongan en riesgo a la población de la Provincia".
Este lunes, la Provincia autorizó actividades manufactureras y de construcción privada, siempre y cuando se presenten estrictos protocolos sanitarios y de funcionamiento y las empresas garanticen el traslado de los trabajadores y trabajadoras, sin la utilización del servicio público de transporte de pasajeros. También habilitaron las actividades comerciales de cercanía, operadas por sus propios dueños o con empleados y empleadas locales.
Se estima que el jueves sea el día donde las autoridades porteñas y bonaerenses viajen hasta la Residencia de Olivos y analicen junto a Alberto Fernández y su ministro Ginés, cómo se sigue desde el lunes próximo, cuando se hayan cumplido 66 días de cuarentena. También se verá si se repite la foto amigable del último anuncio, cuando Fernández sentó a su derecha a Larreta y a su izquierda a Kicillof
