19 abril 2024

Clarito el pedido de la doctora...


El desesperado pedido de una médica: “Dejen de romper las p... con juntarse por un tiempo” - En un video que se viralizó por las redes, una médica neuquina relató la dramática situación que vivió un compañero de trabajo.



 

Lunes 19 de octubre de 2020.

Los contagios por COVID-19 en la ciudad de Neuquén siguen aumentando y el sistema de salud llegó a su punto más crítico. “No me vengan a romper las bolas con la libertad, un compañero no tenía cama para internarlo porque se pescó el virus trabajando acá”, dijo sin titubeos una médica en las redes sociales, que trabaja en el hospital Heller.

Este miércoles un trabajador del sistema de salud necesitó una cama para recibir asistencia médica, ya que había contraído el coronavirus, pero no había disponibilidad. “Se lo agarró trabajando acá para todos ustedes, tuvieron que sacar una cama de la galera para poder internarlo. Así que no me vengan con pelotudeces de que están podridos de que le coartan la libertad y etcétera”, comenzó el relato que se viralizó.

“Yo no sé si el Gobierno manejó bien o mal la pandemia, pero en este punto necesitamos la colaboración de toda la sociedad. Dejen de romper las pelotas de juntarse por un tiempo, mínimamente, tengan un mínimo de humanidad y empatía”, concluyó el mensaje por Facebook.

Esta publicación se dio días después de que el hijo de Horacio Heller (nombre de homenaje que lleva nosocomio), Matías, haya contraído el virus.

Su hermano fue quien hizo un descargo por la misma red social: “Mi hermano lleva siete meses sin saber lo que es la libertad. No puede elegir no ir al hospital. No puede optar por no hacer dos o tres guardias semanales, no puede tomarse un día de descanso, no puede tenerle miedo al virus, mucho menos puede negarles la atención a los que ningunearon la pandemia y con su estúpida irresponsabilidad provocaron su expansión incontrolable”.

A su vez, mostró la molestia que le causó la marcha de este lunes: “No tienen un discurso que los una ni tampoco ideas concretas para cambiar las cosas. Tienen un solo denominador común, más allá de los gritos: el odio.”

“Mi hermano Matías perdió la libertad pero no se queja. Perdió la libertad pero no la empatía por el otro ni las ganas de sanar a los enfermos. No grita en marchas ni usa de poncho la bandera: hace patria curando a la gente, y créanme si les digo que aún se angustia por cada batalla perdida frente a la muerte”, expuso.