19 abril 2024

Cigabrick: CONVIERTE COLILLAS DE CIGARRILLOS EN LADRILLOS


Las colillas de cigarrillos son uno de los principales contaminantes de los mares y las playas. Millones de estos pequeños cilindros de plástico son arrojados en el ambiente donde pueden tardar años en degradarse. Un proyecto mendocino llamado Cigabrick recicla colillas para fabricar ladrillos ecológicos.

Domingo, 23 de febrero de 2020.

La gran mayoría de los 5,6 billones de cigarrillos fabricados en todo el mundo cada año vienen con filtros hechos de acetato de celulosa, una forma de plástico que puede tardar una década o más en descomponerse. Hasta dos tercios de esos filtros son desechados de manera irresponsable cada año. Las colillas son el residuo más recolectado en las playas de todo el mundo. Este tipo de residuos, además de ensuciar las playas, se desintegran en microplásticos que la fauna silvestre consume fácilmente. Numerosas investigaciones han demostrado la presencia de restos plásticos en aproximadamente el 70 por ciento de las aves marinas y el 30 por ciento de las tortugas. Las colillas de cigarrillo contienen fibras sintéticas y productos químicos utilizados para tratar el tabaco, los cuales se filtran en el suelo, los ríos y los océanos, con efectos perjudiciales para el ambiente natural.

Afortunadamente existen quienes frente estos grandes problemas interceden con grandes ideas. Y ese es el caso de una familia mendocina que lleva adelante un proyecto denominado Cigabrick, el cual consiste en el reciclaje de colillas de cigarrillo para convertirlas en ladrillos ecológicos para la construcción de viviendas. Alexis Lemos, el creador de la iniciativa, dedicó meses de investigación para desarrollar un biopolímero a partir de las colillas, las cuales son mezcladas con elementos naturales a los que se suman microorganismos que comen las toxinas y liberan enzimas que mineralizan la mezcla. Se trata de un periodo de cultivo que reduce a 20 días el proceso de degradación que en la naturaleza puede llevar más de una década. Ademas este procesos no produce ningún tipo de desecho ni produce contaminación alguna, lo que convierte a los ladrillos en un producto 100% ecológico y reciclable. En el laboratorio ubicado en la ciudad de Mendoza tratan, por mes, más de 5 millones de colillas, cerca de una tonelada, que reciben desde distintos puntos del país y, por ahora, los ladrillos sólo se venden a municipios y entidades gubernamentales para la construcción de viviendas sociales.

La producción de Cigabrick obtiene su materia prima gracias a la colaboración de voluntarios de todo el país que recolectan colillas y las envían para su procesamiento. Se trata de una iniciativa denominada Reciclemos que tiene como objetivo la concienciación ambiental. La misma promueve campañas de limpieza y recolección de colillas de cigarrillos e incentiva a participar a personas de todo el país convirtiéndolas en Embajadores y Embajadoras. Para ello crearon un programa que otorga puntos según el peso de los envíos de colillas. Estos puntos pueden ser canjeados por premios o por donaciones en efectivo a distintas instituciones de caridad.

Para más información de como participar en este programa se puede visitar el sitio web de Reciclemos, donde se detalla toda la información necesaria para convertirse en Embajador o Embajadora y colaborar con el reciclado de las colillas de cigarrillo.