El hecho tuvo lugar ayer a primera hora de la mañana cuando efectivos policiales repelieron un intento de asalto a su automóvil particular.
Lunes 29 de abril de 2019.
La banda de los payachorros tras las rejas luego de protagonizar un raid delictivo que terminó con un enfrentamiento armado y dejó el saldo de dos heridos graves que ingresaron poco después a la guardia del Hospital con heridas de arma de fuego.
Eran las 6:45 del domingo cuando el oficial Lucas Silva, conduciendo un Toyota Corolla color negro llegó junto a su padre, Héctor Silva, a la casa de su compañero, el Oficial Ismael Pérez Romero, en calle Negretti a 900, entre Pasaje Julio Cortázar y José Hernández.
Detuvo la marcha y mientras aguardaba que saliera su compañero, dos motos detienen la marcha frente al rodado, se baja uno de los sujetos- que cubría el rostro con una máscara del Guasón y peluca verde- y apunta al rodado con un arma de fuego.
Silva, quien se encontraba uniformado ya que se dirigía a cumplir servicio a la Comisaría de la Mujer y la Familia en la ciudad de Salto, se identifica como policía y se baja del Toyota al tiempo que el desconocido dispara con su arma.
Por su parte, el Oficial Pérez Romero, desde el interior de su casa escucha la detonación, sale a la calle y ve cuando el enmascarado apunta a su compañero.
La secuencia duró apenas unos segundos. Los suficientes como para que los payachorros, tras recibir varios impactos de bala, se dieran a la fuga.
Si bien los efectivos policiales a esa hora se trasladaban a Salto ya que debían tomar servicio en la mañana, debieron cambiar el rumbo y se presentaron en Comisaría Segunda donde dieron cuenta de lo sucedido.
Fue desde esa dependencia que vieron intervención al fiscal de turno, Dr. Esteban Pedernera, quien inicia actuaciones por robo calificado en grado de tentativa y dispone que personal de Policía Científica realice las pericias pertinentes, constatar si en clínicas o en el hospital se produjo el ingreso de heridos por armas de fuego al tiempo que procede a secuestrar las dos armas de fuego pertenecientes al personal policial.
Con el correr de las horas, se logra determinar que a la guardia del HIGA habían ingresado dos heridos de bala, mayores de edad, S. G. y E. G. de 31 años y el fiscal dispuso que queden en calidad de aprehendidos.
E.G. presentaba dos impactos de bala. Uno en región intercostal y el restante en zona lumbar por cuanto los médicos del HIGA debieron intervenirlo quirúrgicamente. El cómplice, S. G., de 34, seis.
A partir de las tareas investigativas y contando con imágenes de cámaras de seguridad, se determina la identidad de los otros dos delincuentes.
Uno de ellos, F. G, de 34 –es detenido en inmediaciones de las calles Siria y Borges y el personal policial procede a secuestrarle una moto Honda XR de 250 c.c., de similares características a la descripta por las víctimas del intento de robo. Poco después lograban secuestrar otra moto, una Euromot de 125 c.c. de color azul y aprehender al conductor, un joven de 19 años.
RAID DELICTIVO
Con el correr de las horas y a medida que se iban sumando denuncias, los investigadores lograron establecer que R. D. de 19 años y S. G., de 34, previo al intento de robo que terminó cuando los uniformados repelieron a los delincuentes, en Avda. Intendente de la Sota, a metros de las vías del ferrocarril, habían interceptado a un juninense, Javier Nahuel, a quien luego de intimidarlo le habían sustraído la billetera que contenía quinientos pesos y un teléfono celular. Uno de los sujetos llevaba una peluca verde similar a la utilizada en calle Negretti.
Se les imputa a tres de los delincuentes, un tercer hecho del que resultó víctima Mateo Guerrini, de 26 años, a quien le robaron un teléfono celular en inmediaciones de Larrory y Lugones. Se probó que en este ilícito participaron R. D. de 19, S. G. de 34 y E. G., de 21.
Hubo una serie de elementos que permitieron a los investigadores relacionar a los ahora detenidos –dos en sede policial y dos en el hospital-. Las motos descriptas por las víctimas, la presencia de las máscaras del Guasón, la vestimenta, la diferencia horaria entre cada uno de los ilícitos y la zona.
Se fueron tomando testimonios y analizando cámaras de seguridad.
En Chile y Bozzetti, los detectives logran dar con una máscara tipo guasón con peluca verde y un guante negro y verde. Fueron levantados por Policía Científica y se pidieron pericias genéticas para determinar ADN.
Fuente: La Verdad de Junín.
