29 marzo 2024

Arsénico: CREAN UN FILTRO CON BAMBÚ


El dispositivo es un filtro sustentable que reutiliza desechos de cañas de bambú y puede sanear hasta 8 litros de agua.



 

Martes 12 de mayo de 2020.

La presencia de arsénico en el agua es uno de los mayores problemas para la salud de los argentinos en general y para los ciudadanos de nuestra zona en particular, ya que muchos estudios han alertado sobre concentraciones de este elemento en el agua mayores a las recomendables para la salud.

El arsénico es un metaloide tóxico para la salud que entra a nuestras aguas subterráneas naturalmente y existen en nuestro país al menos seis millones de personas que no tienen acceso al agua potable de red y que consumen aguas de pozo con posibles altas concentraciones de arsénico, y ciudades enteras, como en nuestro caso que, según determinaciones recientes , no son abastecidas por las empresas proveedores de agua corriente con los estándares de calidad requeridos por las organizaciones que monitorean la salud pública.

El consumo prolongado de aguas contaminadas es responsable de enfermedades que pueden ir, desde lesiones en la piel, hasta alteraciones cancerígenas.

Para hacerle frente al problema, la Cátedra de Botánica General y de Química de Biomoléculas de la Facultad de Agronomía de la UBA, trabaja en el proyecto Guaduar: un filtro sustentable que reutiliza desechos de cañas de bambú para sanear las aguas de arsénico. El dispositivo es similar a un saquito de té y puede limpiar hasta 8 litros de agua.

Guaduar es un filtro capaz de proveer diariamente agua segura para beber o cocinar 100% libre de arsénico. Realizado a base de biocarbón de una especie nativa de bambú, es una solución orientada a zonas que no acceden a agua confiable

Enemigo invisible
La licenciada en Ciencias Ambientales y docente Jacinta Alchouron, una de las responsables del proyecto, describe al arsénico como un "enemigo invisible" que tiene un accionar acumulativo, que no tiene color, ni sabor, y apenas se detecta después de años.

Según la docente, se cree que la fuente de arsénico es la erosión de vidrio volcánico desde los Andes. y así como esa erosión trajo el depósito sedimentario que le dio a las pampas su riqueza y fertilidad, también erosionó partículas con arsénico.

Guadua chacoensis es el nombre científico del bambú que se utiliza en la fabricación del biocarbón que sanea las aguas contaminadas con arsénico. Algunas cañas de esta especie leñosa que se talan, no tienen valor comercial para el productor, y hasta ahora se descartaban, pero la ciencia parece haberles haber encontrado una utilidad asombrosa.

Según las responsables del desarrollo, la ventaja de este material es su versatilidad frente a una gran diversidad de aguas. El biocarbón removió el arsénico de casi el 100 % de las aguas tratadas y eso lo posiciona como un material altamente efectivo.

El proyecto está en etapa de desarrollo técnico y se espera que pueda comenzar a implementarse para fin de año.

Fuente: La Razón de Chivilcoy.