25 abril 2024

ABRAZOS PARA LOS ABUELOS!!

 


Para mejorar el ánimo de los adultos mayores, la propietaria de un hogar de la ciudad de Tandil, colocó un dispositivo que posibilita el contacto cercano entre dos personas sin vulnerar la salud.



 

Miércoles 27 de mayo de 2020.

 

Cuando la dueña del hogar Reminiscencia de Tandil notó que los abuelos estaban cada vez más tristes ante el distanciamiento con sus familiares, decidió poner en marcha una idea que ya funciona en algunos geriátricos españoles: una manga plástica que permite que dos personas se abracen sin entrar en contacto directo.

Colocado en la puerta de la residencia desde el fin de semana, el dispositivo recibió una gran aprobación. “Había una abuela de 101 años que nos decía: ‘Díganme la verdad, que le pasó a mi sobrino, se murió’. Otra también nos preguntaba si su hijo se había muerto”, relató en diálogo con el medio local El Eco de Tandil Anahí Soulié, propietaria del lugar.

Es que con la prolongación de la cuarentena, se volvió cada vez más difícil tranquilizar a los ancianos, quienes desconfían de la información que se les brinda y ya no responden de la misma manera a las actividades reacreativas y deportivas propuestas por los miembros del espacio.

 

“La tecnología para ellos es algo muy lejano. Hay abuelas de 102 años, de 98, de 80, es gente muy grande, no entienden que en un teléfono se pueda ver a la persona, a la edad que tienen van perdiendo la vista y el oído, entonces no reconocían las voces de sus familiares por teléfono, por ejemplo”, explicó Anahí.

Y agregó: “A medida que iba pasando esto, vi que una abuela ya no comía, hacía dos días que se negaba a comer. Le pregunté qué le pasaba y me dijo que extrañaba a su hija, entonces se me ocurrió esta idea”.

Para hacer realidad la iniciativa, la mujer hizo cálculos con ayuda del encargado de mantenimiento hasta que logró colocarlo el último sábado. Según aclaró, el dispositivo no permite la entrada de aire, es doblemente impermeable y su uso se ordena a través de WhatsApp, con turnos espaciados.

“Se organizó todo muy bien, nunca hay multitud de gente, y yo les dije que si ven a alguien en la manga, que se queden en el auto y esperen a que se vaya el otro. Los familiares están muy agradecidos. Para mí fue una alegría muy grande, ver esas caras, cómo lloraban y se emocionaban, eso me llena el corazón”, expresó la impulsora de la idea.