25 abril 2024

A PONERSE A DIETA "TECNOLÓGICA"

Jueves 3 de enero de 2019.

Comienza un nuevo año, y con él nuevos propósitos para intentar mejorar nuestras vidas. Por eso, igual que nos preocupamos por nuestro futuro laboral y nuestra formación, deberíamos tener otros propósitos positivos que puedan cambiar nuestra vida para mejor de forma sencilla.

Un buen propósito para comenzar el año puede ser una dieta tecnológica, es decir, como en cualquier dieta, lo importante es controlar lo que ingieres, así que en una dieta tecnológica lo más importante será controlar toda la tecnología que utilizas durante el día.

Según una encuesta realizada en 34 países por la firma de datos GlobalWebIndex, pasamos unas seis horas de media en línea, y en Brasil o Filipinas esa cifra aumenta hasta las 9 horas diarias. Un tercio de este tiempo se pasa en redes sociales, y es por eso que necesitamos la dieta tecnológica con urgencia.

“La tecnología cada vez se vincula más a la ansiedad, la depresión y la distorsión de la imagen corporal. El trastorno de adicción a internet (IAD, por sus siglas en inglés) ya tiene diagnóstico médico”, afirma Shimi Kang, doctora e investigadora canadiense especializada en salud mental para niños y adolescentes.

Kang afirma que nuestro cerebro libera 6 tipos de neuroquímicos cuando utilizamos tecnologíaSerotonina (se libera cuando estamos creativos y colaboramos en algo), endorfina (el analgésico del cuerpo, cuando estamos en meditación y gratitud), la oxitocina (se libera cuando mantenemos conexiones significativas), la dopamina (es un neuroquímico placentero de recompensa instantánea), adrenalina (regula nuestras respuestas en situaciones extremas) y el cortisol (caracteriza a las personas estresadas, con falta de sueño y a las personas ocupadas y distraídas).

Por tanto para Kang “la tecnología saludable es cualquier cosa que nos dé ese metabolismo de la serotonina, las endorfinas y/o las oxitocinas que estimulan nuestro cerebro.” Pero una dosis grande de dopamina puede llevarte a la adicción, de ahí la necesidad de establecernos límites en el uso de las tecnologías.

También existe la llamada “tecnología basura” que para lo único que sirve es para liberar dopamina, algo que se podría relacionar con la comida basura en términos de dietas alimenticias. “La parte más tóxica (y la que nos preocupa) es la que tiene que ver con golpes de recompensa instantánea, como la pornografía, el ciberacoso, las apuestas online, los videojuegos adictivos o los discursos de odio”, explica Kang.

Por tanto es necesario también evaluar nuestras debilidades, y saber cómo somos al utilizar la tecnología. “Si tienes antecedentes familiares de adicción, ansiedad, depresión o problemas a la hora de gestionar el tiempo, por ejemplo, debes ser cuidadoso porque tienes más riesgo de caer en adicciones tóxicas”, dice Kang.

En la sociedad, los adolescentes son el grupo más vulnerable a tener problemas relacionados con la tecnología o causados por esta. Estar constantemente conectados a los teléfonos inteligentes se está normalizando en las sociedades actuales. Según GlobalWebIndex, ya hay muchas personas que se han impuesto dietas tecnológicas; en concreto, en Reino Unido y Estados Unidos siete de cada diez internautas ya se han impuesto medidas para desintoxicarse de la conexión constante a Internet.

Esta dieta tecnológica se puede lograr de muchas formas: cerrando cuentas en redes sociales, eliminando aplicaciones en nuestros smartphones, o reduciendo considerablemente el tiempo que dedicamos en Internet.

“Necesitamos dormir ocho o nueve horas cada día, mover nuestro cuerpo activamente dos o tres horas al día, estirarnos, salir a pasear y disfrutar de la luz natural”, explica Kang, y añade que “incluso aunque le estés sacando todo el provecho posible a la tecnología, si lo haces a costa de otras actividades humanas entonces es demasiado”.

Por tanto este podría ser el mejor propósito de Año Nuevo para cambiar tu vida para mejor de forma sencilla, haciendo un uso mucho más responsable de las tecnologías que te rodean.