29 marzo 2024

53° JORNADA MUNDIAL DE LA PAZ


En su mensaje por la 53° Jornada Mundial de la Paz, celebrada este 1º de enero, el papa Francisco destacó que: “diálogo, reconciliación y conversión ecológica son las tres claves para la verdadera fraternidad humana”, y que “La paz es objeto de nuestra esperanza, es un bien precioso, al que aspira toda la humanidad”.

Miércoles, 1° de enero de 2020

“Debemos buscar una verdadera fraternidad, que esté basada sobre nuestro origen común en Dios y ejercida en el diálogo y la confianza recíproca. El deseo de paz está profundamente inscrito en el corazón del hombre y no debemos resignarnos a nada menos que esto”, sostuvo el papa Francisco en su mensaje de la 53° Jornada Mundial de la Paz, celebrada este, 1º de enero de 2020.

El mensaje del Santo Padre, cuyo texto fue adelantado por la agencia oficial de la Iglesia, AICA,  tuvo como tema, “La paz como camino de esperanza: diálogo, reconciliación y conversión ecológica”, y está dividido en cinco puntos: “La paz, camino de esperanza ante los obstáculos y las pruebas”, “La paz, camino de escucha basado en la memoria, en la solidaridad y en la fraternidad”, “La paz, camino de reconciliación en la comunión fraterna” y “La paz, camino de conversión ecológica y se alcanza tanto cuanto se espera”.

El pontífice señaló que la paz es objeto de nuestra esperanza, es un bien precioso, al que aspira toda la humanidad. “La esperanza es la virtud que nos pone en camino, nos da alas para avanzar, incluso cuando los obstáculos parecen insuperables”. Sobre todo, recuerdó el Papa, cuando “los signos de las guerras y de los conflictos que se han producido, con una capacidad destructiva creciente, y que no dejan de afectar especialmente a los más pobres y a los más débiles”. Son muchas víctimas inocentes que cargan sobre sí el tormento de la humillación y la exclusión, afirmó el Santo Padre, del duelo y la injusticia, por no decir los traumas resultantes del ensañamiento sistemático contra su pueblo y sus seres queridos.

En realidad, subrayó Francisco, toda guerra se revela como un fratricidio que destruye el mismo proyecto de fraternidad, inscrito en la vocación de la familia humana.

Además el pontífice explicó que, “la guerra a menudo comienza por la intolerancia a la diversidad del otro, lo que fomenta el deseo de posesión y la voluntad de dominio. Nace en el corazón del hombre por el egoísmo y la soberbia, por el odio que instiga a destruir, a encerrar al otro en una imagen negativa, a excluirlo y eliminarlo”.

Al recordar su reciente viaje a Japón, el Santo Padre señaló que, no se puede “garantizar la estabilidad y la paz en base a una falsa seguridad sustentada por una mentalidad de miedo y desconfianza, que termina por envenenar las relaciones entre pueblos e impedir todo posible diálogo”.

“La paz y la estabilidad internacional –agregó-, son incompatibles con todo intento de fundarse sobre el miedo a la mutua destrucción o sobre una amenaza de aniquilación total; sólo es posible desde una ética global de solidaridad y cooperación al servicio de un futuro plasmado por la interdependencia y la corresponsabilidad entre toda la familia humana de hoy y de mañana”, finalizó diciendo Francisco.

 

Fuente: InfoGEI