19 abril 2024

2 de abril: ENTRE LA SOBERANIA Y EL DOLOR


El 2 de abril de 1982, la dictadura cívico-militar inició el desembarco de tropas en las islas Malvinas, usurpadas por Inglaterra desde 1833. Con esta acción de afirmación de la soberanía nacional, apoyada por un importante sector de la población, la dictadura intentaba ocultar la gravísima situación social, política y económica a la que había conducido su gobierno.

Jueves, 2 de abril de 2020

Otro 2 de abril. Una fecha con mucho significado para los argentinos, la mayoría de los cuales la sienten como una de aquellas que constituyen el sentimiento patriótico, otros que la rememoran como la concreción de una locura suicida motorizada por los popes de la última dictadura en pos de que la ciudadanía volviera a brindarle un apoyo que ya parecía extinguido.

Leopoldo Galtieri, quien por entonces presidía la junta militar en nuestro país en el marco del infame Proceso de Reorganización Nacional, propuso la maniobra de recuperar la soberanía de las Islas Malvinas. Fue así como el 2 de abril de 1982 tropas argentinas desembarcaron en el archipiélago dando origen al último conflicto bélico que observa la historia nacional.

A más de aquella intentona ilógica de los militares de recuperar legitimidad entre el pueblo argentino, a la Primer Ministro de Inglaterra, Margaret Tatcher, también le “convenía” la guerra puesto que una salida victoriosa le permitiría calmar las aguas de varios frentes conflictivos que tenía en su país, fundamentalmente políticos y económicos.

Así, por las ideas egocéntricas de dos jefes de Estados jaqueados en sus puestos -y más allá de discusiones sobre soberanía que arrastraba más de 140 años-, se inició un conflicto que terminó con un saldo absolutamente negativo y dañino para nuestro país.

El 14 de junio cesaron las hostilidades, pero el balance aún se contabiliza y nos sigue dando pérdidas. A los 649 combatientes (en su mayoría adolescentes o jóvenes) que cayeron en el campo de batalla debemos sumarles los casi 500 suicidios que se produjeron a posteriori entre los soldados argentinos una vez retornados a sus vidas habituales, muchos de ellos afectados profundamente por lo vivido y otros por el olvido que le dispensó la sociedad y los sucesivos gobiernos años después.

Hoy continúan las peleas, afortunadamente en otros ámbitos. Argentina sigue reclamando la soberanía e Inglaterra, pese a las muchas intimidaciones que recibió de organismos internacionales, no la devuelve y, como si fuera poco, cada tanto refuerza militarmente las islas.

Han pasado 38 años, pero hay heridas que continúan abiertas. Algunas enseñanzas sobre lo que no se debe hacer duelen demasiado… Pero la espera continuará hasta que las islas vuelvan a ser argentinas.